La ciudad del vino
A partir del pasado 16 de mayo el mundo tiene una nueva joya insertada entre los viñedos de la región de Bourdeos en Francia. Se trata de un nuevo espacio que ofrece un recorrido entre el mundo de la uva y la cultura vinícola: La ciudad del vino.
La ciudad del vino (La cité du vin) nace con la misión de desarrollar y transmitir al mundo el gran patrimonio cultural así como el universo vivo que es el vino. Este innovador y moderno museo – clasificado como estilo High Tech - inspiración de los arquitectos Anouk Legendre y Nicolas Desmaziéres, resalta las líneas curvas interminables que aluden a la naturaleza líquida del vino en movimiento logrando con ello que sus visitantes fluyan entre sus pasillos de forma continua e intuitiva para explorar todo su interior.
Burdeos, una ciudad, un viñedo
La ciudad del vino es un espacio cultural único en el mundo, que expresa el alma del vino a través de una experiencia de inmersión sensorial y en el corazón de una arquitectura evocadora. La Cité du Vin muestra el vino de manera diferente así como su presencia en todo el mundo a lo largo de la historia, en todas las culturas y civilizaciones.
En Burdeos, la ciudad y el vino están vinculadas por una fuerte relación histórica casi íntima, la ciudad y el campo son hoy un gran puerto comercial donde nació la tierra de vinos legendarios.
Arquitectura de vanguardia y eco-friendly.
La ciudad del vino forma parte de un grupo de edificios autosustentables de la región cuya construcción tuvo un mínimo impacto ambiental; es importante decir que cerca del 70% de las necesidades energéticas de esta ciudad, están cubiertas por fuentes locales y naturales y que también cuenta con un sistema bioclimático que optimiza la ventilación.
Su fachada se conforma por 2500 paneles de aluminio serigrafiado y 900 paneles de vidrio perforado. El museo mide 55 metros de altura y abarca una superficie de 13,350 metros cuadrados.
A 35 metros de altura, en el octavo piso de La ciudad del vino está el mirador, el punto culminante de la visita de la exposición permanente en donde se ubica una maravillosa cava. En este espacio excepcional, se aprecia una lámpara de araña monumental hecha de miles de botellas y roble de más de 10 metros; el mirador ofrece una vista panorámica de la ciudad de Burdeos, del río y de los viñedos aledaños. Esta contemplación única culmina de forma natural con el clímax del recorrido y lo más destacado de esta experiencia cultural: la degustación de una copa de vino de los mejores viñedos del mundo.
Gracias a la asociación del museo con profesionales de muchas regiones vinícolas de todo el mundo, los visitantes tienen la oportunidad de degustar un vino seleccionado de entre una variedad de veinte etiquetas y que son renovados periódicamente. A los niños visitantes, también se les ofrece una gama de jugos de uva seleccionados especialmente para ellos.
Visitar La ciudad del vino ahora es un objetivo personal, así que ¡comenzaré a hacer planes para visitar Burdeos!.
-Yaya -